
La cocina es sin lugar a duda dónde hemos siempre derrochado más en casa, ya que acciones tan cotidianas como ir a hacer la compra convertían nuestra casa en un sinfín de plásticos de un solo uso.
El movimiento zero waste ayuda a que cambiemos nuestra mentalidad y no solamente reciclemos lo que produzcamos, si no que reduzcamos todas nuestras acciones, y por lo tanto desperdicios, para así usar y reaprovechar cada material al máximo.
El impacto al que nos estamos sometiendo con nuestro estilo de vida ya es sabido por todos, en la web de Greenpeace se puede leer lo siguiente:
«La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años, y en especial en las últimas décadas. De hecho, en los últimos diez años hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad».
Greenpeace
Y según los datos de la ONU, en 2030 necesitaremos 3 planetas como la tierra para generar recursos y poder seguir manteniendo el estilo de vida que hasta ahora estamos llevando. ¡WOW! ¿No es algo desorbitado?
Bueno, entonces ¿Cómo empezamos a cambiar nuestro chip en la cocina?
Lo primero sería usar la ley de las R, es una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para reducir el volumen de residuos o basura generada. En pocas palabras, ayudan a tirar menos basura, a ahorrar y a ser más conscientes de nuestros actos siendo un consumidor más responsable. Y lo mejor de todo es que es muy fácil de seguir: Rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, reparar.
¡Vamos allá!
Rechazar
Elimina en tus compras plásticos de un solo uso.
Intenta comprar siempre a granel llevando contigo tus bolsas reutilizables de algodón, rafia o incluso plástico que ya tengas en casa para comprar y para transportar, si tienes que elegir un alimento entre aluminio o vidrio, opta por este último ya que se puede reciclar infinidad de veces.

Reducir
Compra lo que necesites realmente. ¿Estás seguro de que comes todo lo que tienes en la nevera? ¿Necesitamos tener tantos pequeños electrodomésticos en casa o podríamos combinarlos en uno sólo? ¿Cuánta ropa necesito?
En este punto la idea principal sería una sabia decisión a la hora de elegir un producto (ya sea un electrodoméstico, un utensilio de cocina o una prenda), este tiene que seguir estas pautas:
Calidad– cuanta más calidad tenga más nos durará. ¿Recordáis aquella época en la que una camiseta nos podía durar años sin que se descosiese o le saliesen pelotillas?
Versatilidad– Pensar en cómo podemos usar ese elemento, un ejemplo bueno sería el de una batidora, puedes comprar una que bata y monte, o una con diferentes cabezales que cumplan más funciones y tener varios electrodomésticos todos en uno.
Obviamente el precio es un elemento importante, pero no solo os dejéis llevar por el más caro es el mejor, tened en cuenta si representa la calidad del producto, si es de cercanía, si su packaging tiene plástico o elementos reciclados. Recordad que cuanto más apoyemos a empresas que tengan proyectos eco sostenibles o solidarios, más capacidad económica tendrán para seguir haciendo las cosas mejor para todos.
Elegir lo que necesitamos
Entre nuestras opciones de compra, nuestras recomendaciones son:
- La primera sería comprar lo justo y necesario, e ir consumiendo todo lo que vamos adquiriendo antes de comprar más.
- La segunda opción, en cambio es hacer una compra más contundente y hacer una pequeña producción de comida para los días posteriores; el batch cooking semanal, es un buen ejemplo, donde normalmente cocinamos un día en la semana la producción para toda la semana o varios días y así ahorramos tanto en tiempo, como en gasto (ya que pones la vitrocerámica o el gas en menos ocasiones y aprovechas los fuegos y el calor residual), como en el producto base, la comida, ya que teniendo una idea clara de lo que vamos a cocinar sabemos exactamente qué vamos a gastar.
También puedes usar bolsitas Stasher para cortar verduras y congelarlas, teniéndolas listas para usar y evitando que la fruta o verdura se te estropee rápidamente. De esta forma, toda la verdura fresca se mantiene perfecta para poder consumir, sin que se te vaya pochando en el frigorífico.
De esta forma también reducirás el ir al supermercado tan a menudo, y el meter en el carrito productos innecesarios que sabemos que realmente no te hacían falta (cogiendo la costumbre de comprar para consumir y relegando otros productos al fondo de la despensa je je je)
Reutilizar
El proceso de reutilizar permite volver a usar objeto, es decir, darle un nuevo fin a esa «basura» y desechos que producimos en el lugar donde habitamos. La reutilización es sumamente importante en la ecología por estos factores:
- Reduce la producción de basura de cada habitante.
- Permite elaborar soluciones con materiales alternativos.
- No tiene costo alguno, podremos lograr crear fantásticas obras de arte, herramientas y utilidades sin gastar dinero.
- Es la palabra más importante en el universo de la ecología luego del reciclaje.
- Nos ayuda a cambiar nuestra forma de ver el mundo, reduciendo el consumismo diario en nuestras vidas y el gran ciclo de «comprar, usar y tirar» tan común en el primer mundo.
Existen múltiples formas de reutilizar “basura” o elementos que ya han cumplido con su función en nuestra casa a los que les daremos un nuevo uso sin necesidad de grandes habilidades ni utilería.
Reutilizar cajas de fruta – Los cajones de madera que transportan frutas y verdura son generalmente desechados cuando se rompen algunas de sus maderas, o si son de plástico, cuando se rompen algunos de sus bordes.
Al darles una oportunidad podrás transformarlos en objetos útiles para guardar todo tipo de cosas como: bancos, roperos, cajoneras…
Botellas de vidrio – Es una de las excelentes decisiones para empezar ya que son muy versátiles solo tienes que limpiarlas bien, puedes eliminar sus etiquetas o conservarlas y usarlas como jarrones de flores secas, para hacer lámparas o con un dosificador para hacerte tu propio juego de aceitera y vinagrera.
Botellas de plástico – Otro artículo que tiene múltiples opciones de reutilización, eso es algo que ya nos enseñaban en art attack cuando éramos pequeños, con ellas podrás desde hacer nuevas macetas para el jardín, usarlas como recoge frutos o hasta fundir trozos de plástico para crear nuevas obras de arte.


Ropa vieja – Puedes hacer con ellas desde trapos para limpiar (un clásico), recortar partes de ella para hacer una prenda nueva o incluso una bolsa para la compra.
Reparar, arreglar y alargar la vida de los objetos que ya poseemos.
Solemos comprar antes que reparar gracias al capitalismo que hemos ido creando en este último siglo que nos da afán a comprar más de lo que podemos abarcar, y a comprar más y peor, eligiendo objetos que en muchos casos nos sobrevivirán dado su larga biodescomposición o biodegradación.
Uno de mis hobbies favoritos es buscar elementos pequeños de segunda mano que pueda restaurar para reutilizar en casa, dándole una nueva vida. Podría ser un mueble de una tienda de segunda mano o inclusive de los días de reciclaje en las ciudades cuando la gente saca al exterior elementos que ya no necesitan en casa. Una buena limpieza, un lijado, una manita de pintura… ¡y cómo nuevo!
También tenemos que pensar en esos elementos que no están destruidos totalmente pero ya no están en su mejor momento, por ejemplo, los pantalones de los niños que suelen hacerse muchos boquetes y siempre han sido arreglados cosiéndolos o con parches. es decir remachar. ¿Lo has implementado en tu vestuario? Algunas ideas: parches, remaches, reusar unos vaqueros como falda, unir dos camisas…
Un concepto que nos encanta en decoración es el Kintsugi, donde se arreglan elementos dando visibilidad a la rotura normalmente con oro.
Es una apreciada técnica artesanal con el fin de reparar un cuenco de cerámica roto. Su propietario, el sogún Ashikaga Yoshimasa, muy apegado a ese objeto indispensable para la ceremonia del té, lo mandó a arreglar a China, donde se limitaron a asegurarlo con unas burdas grapas. No contento con el resultado, el señor feudal recurrió a los artesanos de su país, que dieron finalmente con una solución atractiva y duradera. Mediante el encaje y la unión de los fragmentos con un barniz espolvoreado de oro, la cerámica recuperó su forma original, si bien las cicatrices doradas y visibles transformaron su esencia estética, evocando el desgaste que el tiempo obra sobre las cosas físicas, la mutabilidad de la identidad y el valor de la imperfección. Así que, en lugar de disimular las líneas de rotura, las piezas tratadas con este método exhiben las heridas de su pasado, con lo que adquieren una nueva vida. Se vuelven únicas y, por lo tanto, ganan en belleza y hondura.
El kintsugi evoca el desgaste que el tiempo obra sobre las cosas físicas y otorga valor a nuestras imperfecciones. Saber valorar lo que se rompe en nosotros nos aporta una serenidad objetiva. Apreciémonos como somos: rotos y nuevos, únicos, irreemplazables, en permanente cambio.


Reciclar
Ahora sí, y como última opción, ya que todos lo que reciclamos no llega a ser reciclado en las plantas de reciclaje.
¿Sabes realmente qué va en cada contenedor?
Haremos un post más adelante haciendo hincapié en este punto, por ahora vamos con los básicos:
- Orgánico compostable – normalmente en España es marrón.
- Residuos – no reciclables en contenedor gris.
- Envases – plásticos, aluminios… en contenedor amarillo.
- Vidrio – en contenedor verde.
- Papel y cartón – en contenedor azul.
¿Qué más debo tener en cuenta a la hora de comprar?
Lo primero recuerda llevar contigo tu bolsa de la compra para introducir los alimentos que compres, y si puedes comprar a granel lleva también contigo diferentes bolsas de granel para llenarlas de legumbres, frutas, verduras…
Lo segundo, intenta comprar en tiendas de producto local, ya que estas van de punto A a punto B dentro de tu misma localidad, con esto estarás apoyando no sólo la economía local, si no que reduces el impacto de CO2 en la cadena de distribución de los alimentos.


Prioriza los alimentos de temporada, ya que son más respetuosos con el medio ambiente pues no proceden de invernaderos, también de esta forma recuperaremos el valor de los sabores en cada debido momento. Y bueno, será más económico, ya que es una producción “orgánica” en su época del año.
Reduce tu consumo de carne, un informe de 2019 de la ONU apuntaba directamente a la necesidad de reducir nuestro consumo de carne para frenar el calentamiento global. También la FAO señala a la ganadería como gran causante de emisiones de efecto invernadero, y diversos estudios concluyen que un estilo de vida vegetariano o vegano tiene un menor impacto en el medio ambiente.
¿Tienes tiempo? Intenta no comprar todo ya hecho, si no que puedas realizarlo en casa.
Mermeladas, granola, tartas, leches, panes, yogur… poco a poco iremos poniendo recetas, ya que nos consideramos fan en casa de hacer todo con nuestras manitas, y no sólo para personas que tienen tiempo a mansalva, haremos también recetas para trabajadores 24/7 😉.


Bueno, son pequeños pasos y no una biblia de como ser la mejor persona y no generar ningún residuo, así que cualquier comentario que nos dejéis con otros pasos para adoptar en nuestra cocina nos ayudarán a todos. GRACIAS!