
¡Empecemos por el principio! Seguramente hayas escuchado hablar en más de una ocasión de esta capacidad pero, ¿sabemos en qué consiste realmente?
¿Qué es la motricidad fina?
La motricidad fina es la habilidad que permite realizar actividades que requieren una mayor precisión, es decir, todas aquellas actividades en las que necesitamos un control de nuestras manos, nuestros dedos o de nuestros pies, por ejemplo, para realizar movimientos más pequeños.
Todo ello también afectará a la independencia y autonomía de una persona a la hora de realizar tareas más complejas.
Pero además de la influencia la motricidad en los hábitos cotidianos, no debemos olvidarnos de la importancia que tiene también de cara a las habilidades sociales, ya que tu peque estará más preparado para enfrentarse a nuevos retos o trabajar en equipo, por ejemplo.
¿Quieres un libro que te ayude a conocer y a planear las actividades para desarrollar la motricidad fina? Martha Beatriz González en su libro te ofrece actividades variadas dirigidas a la preparación en la estimulación del desarrollo de la motricidad fina y de forma especial a aquellas que sus pequeños no asisten a instituciones infantiles. Contiene además orientaciones, juegos y material de apoyo. Su aplicación fortalecerá el nivel de su preparación para desarrollar esta habilidad en este período tan significativo de su vida.

Ideas para estimular la motricidad fina
Los cuadernillos de aprendizaje son muy interesantes para desarrollar a nuestros hijos en tanto en nuestro hogar como en las aulas, con ellos:
- Estimulas la percepción visoespacial.
- Favoreces las habilidades visoconstructivas.
- Estimulas la percepción visomotora.
- Favoreces la producción de actos motores voluntarios.
- Mantienes la mecánica de la escritura como ejercicio de las praxias gráficas.
Normalmente se dividen según su dificultad, uno de los que nos parecen más interesantes son los cuadernillo Rubio en la categoría entrena tu mente, especializados en la motricidad fina y subdivididos en dificultad: baja, media y alta.
Los juegos de construcción son uno de los juguetes estrella durante toda la infancia, y que nos van a ayudar a desarrollar la motricidad de nuestros peques. Desde el primer año y durante toda la infancia, a los niños le entusiasma jugar a construir, apilar, derrumbar y volver a empezar.
El juego desarrolla las habilidades mentales, estimula el aprendizaje y les permite experimentar y descubrir un mundo de conocimiento: formas, colores, texturas y tamaños. Fomenta la creatividad y la imaginación y es una fuente inagotable de diversión.
Además, los juegos desarrollan las habilidades motoras, su equilibrio, coordinación u control muscular y facilitan la maduración de tres funciones mentales básicas: la asimilación, la comprensión y la adaptación a la realidad.
Sean como sean las piezas que hayamos elegido, con sus variadas formas y maneras de encajar, apilar o enroscar, los juegos de construcción desarrollan el ingenio de los niños a la hora de construir casas, castillos, ciudades, coches, objetos o los personajes que deseen y son imprescindibles para el desarrollo cognitivo de los niños, pero también útiles para su desarrollo emocional y social.

Habilidades que desarrollan con los juegos de construcción
Algunas de las habilidades que los niños desarrollan gracias a los juegos de construcciones son:
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La motricidad fina, para desarrollar la coordinación ojo-mano, lo que le permite manejar los objetos desde los más pequeños a los más grandes.
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Favorecen la psicomotricidad fina de manos y dedos, fortaleciendo los músculos y mejorando la precisión y la coordinación de los movimientos que realizan los niños con las manos y dedos, una habilidad imprescindible para la correcta adquisición de la escritura cuando llegue el momento.
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La estructuración de su mente para facilitar el aprendizaje y el desarrollo cognitivo al ejercitan la atención-concentración.
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La memoria visual para asociar figuras, y reproducir en su mente modelos reales como una casa, un coche, un puente, etc.
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Si para construir, el niño sigue un modelo, estará trabajando además la habilidad cognitiva de “la imitación” seleccionando la pieza y la posición correcta, construyendo de acuerdo a modelos o de acuerdo a determinadas condiciones. Seguir patrones tanto de indicaciones del juego, como acción espejo junto a los padres u otros niños.
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El niño al jugar se vuelve consciente del espacio y mejora su orientación a la vez que adquiere las nociones del volumen desarrollando habilidades visoespaciales y visoperceptivas: alto-bajo, largo-corto, grande-pequeño o nociones más complejas como la simetría, el equilibrio; y al hacer secuencias se introduce poco a poco en los conceptos d ordenar, clasificar, emparejar, etc.
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Estimulamos la autoestima de los niños ya que se animan a crear construcciones que aunque se derrumben, luego pueden ser otro nuevo objeto, además de aprender las leyes de equilibrio y gravedad.
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Pueden utilizarse para el aprendizaje de las clasificaciones por colores, formas o tamaños a la vez que también para hacer series lógicas. Lo que promueve el razonamiento cognitivo.
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Desarrollamos el juego simbólico dónde el niño simula que hay objetos que no son reales como si o fuesen, por ejemplo un rectángulo es una casa.

La educación Montessori
En el caso de la educación Montessori, que muchos nos habéis preguntado a través de los bloques Tumi Ishi, el niño es el centro del aprendizaje y los sentidos son sus principales herramientas.
La filosofía tiene cuatro principios esenciales:
1. La mente absorbente: el niño se impregna de la información de su entorno y la interioriza.
2. Los periodos sensibles: son etapas del desarrollo donde el niño tiene mayor capacidad de adquirir un conocimiento o habilidad en particular.
3. El rol del adulto: los padres o profesores tienen como misión despertar la independencia, ilusión e imaginación del niño. Es decir, guiarlo para que observe, explore y se cuestione.
4. El entorno preparado: el ambiente debe ser dispuesto para responder a las necesidades del niño. Estas son sociales, emocionales, intelectuales, morales, de comprobación, orden y seguridad.
¿Cómo están diseñados los juguetes Montessori?
Según María Montessori, los juguetes deben estar inspirados en la realidad y no en la fantasía, además de encontrarse a la altura de los niños y bien ordenados, para así ofrecerles la posibilidad de interactuar con plena libertad y conciencia.
Están orientados a representar la realidad y a plantearles desafíos que, por supuesto, tienen el objetivo de enseñar, pero también de impulsar la autoestima, la confianza y la percepción de valía.

Estimulan el deseo de conocimiento e independencia.
Los materiales que los componen suelen ser de alta calidad y utilizan materiales con una conciencia más «raw» o natural: cristal, madera, tejidos biológicos, papel y otros materiales orgánicos.
Suelen presentar colores menos llamativos que los de plástico, son más duraderos y nos conectan nuevamente con la naturaleza.
También es importante que ellos mismos creen sus propios juegos: muñecos de trapo y lana, como ejemplo.

Tipos de juegos Montessori para desarrollar la motricidad fina
El control de la motricidad fina es la coordinación de músculos, huesos y nervios para producir movimientos pequeños y precisos.
Estos movimientos ocurren en partes como los dedos y habitualmente se coordinan con los ojos. A lo largo de cada periodo sensible del niño, estos se desarrollan gradualmente.
Algunos de los ejemplos de motricidad fina podrían ser: rasgar, cortar con tijeras, pintar, apilar objetos, colorear, sostener un lápiz, escribir, dibujar líneas, insertar, golpear, doblar la ropa, abrochar botones, atar cordones o cerrar una cremallera.
Un buen ejemplo en este caso es el tablero de pestillos, en este caso hemos puesto el de Melissa & Doug, que tiene 6 pestillos numerados y 6 puertas, con él se aprende además formas, colores, números.
Juegos de apilar
La mano es la responsable de muchas acciones motoras esenciales, una de las más relevantes es el llamado movimiento de pinza, que involucra especialmente al índice y al pulgar. Trabajar con ella en los primeros años de vida nos ayudará a una mayor movilidad, agilidad y destreza al crecer.
Puedes buscar elementos para apilar en casa: cajas por ejemplo. Intenta siempre buscar la variedad: formas geométricas y tamaños diferentes.
Una idea muy útil y decorativa a la vez son las matrioskas/matrioshkas/babushkas/mamushkas o popularmente conocidas en España como muñecas rusas.
Te dejamos aquí algunas opciones para los más pequeños o para los más mayores … ¡Incluso por si queréis pintarlas en familia!
Juegos de construcciones
Para construir nos vale cualquier elemento que nos refuerce la visión espacial y nos descubra las leyes físicas, pero que también nos de agilidad mental.
En este caso normalmente hablamos de los clásicos bloques de madera: diferentes tamaños, formas e incluso colores; que nos ayudan a fijar conceptos como simetría, equilibrio, proporción o solidez.
¿Qué se os ocurre para aprovechar al máximo los elementos que tenemos en casa o en la naturaleza? Piedras, palos, cubos…Los materiales desestructurados y orgánicos nos dan diversión durante horas.
Una buena idea si quieres tener uno propio sería este juego de bloques apilables Tumi ishi de madera hecho en España o elementos que puedan usar con las manos para hacer este tipo de estructuras.
Otra forma de hacer construcciones son los clásicos bloques de madera apilables.
Estamos acostumbrados a ver los bloques multicolores en todo tipo de artículos, en muchos tamaños y de muchas marcas, pero también hay una versión de madera.
Los diseñadores japoneses de Mokulock le han dado una vuelta más de tuerca y han creado piezas de bloques de madera apilables utilizando diferentes tipos de madera: cerezo, magnolia japonesa Bigleaf, arce, hornbeam, abedul y Zelkova japonesa.
A la hora de escogerlos, el no tener una temática en sí nos da cientos de posibilidades de creaciones diferentes: La finalidad abierta favorece la visión creativa y estimula la mente.
Siempre es bueno recordar utilizar materiales sostenibles y duraderos en el tiempo, también que estos elementos nos den los resultados que queremos obtener a largo plazo: autonomía, confianza, disciplina e inteligencia emocional.
No olvides que, si sigues el método Montessori, no hay metas, no hay competencia, órdenes ni imposiciones. Tu papel como adulto es ayudar al niño a ayudarse. Y siempre es importante su desarrollo individual, es indispensable que experimenten y se sientan libres de desarrollar su creatividad.
Y sobre todo, ¡hazles partícipes! Pregúntales y escúchales, que sea un diálogo bilateral.
¿Qué más opciones se os ocurren para desarrollar la motricidad fina de nuestros hijos? ¿Tenéis algún elemento que os ayude a desarrollarla?
Os dejamos para acabar otra guía de «Motricidad fina en niños y niñas: Desarrollo, problemas, estrategias de mejora y evaluación» de Paula Serrano y Cira de Luque, que muestran las destrezas que necesitamos para que la motricidad fina evolucione correctamente. Ofrecen estrategias y actividades prácticas, basadas en el neurodesarrollo, que se pueden realizar en casa, en la guardería o en la escuela infantil. Y amplían la perspectiva mediante la fotografía, transmitiendo la información a través de imágenes. Sugiriendo también equipamientos y materiales útiles para niños con dificultades en esta área. Es muy interesante para tener como guía básica.
Y como siempre, os leemos en comentarios 🙂

