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Queso vegano rápido estilo Roquefort

¿Quieres una alternativa a los quesos tradicionales? ¿Quieres reducir tu consumo de lácteos? ¿Buscas la receta vegana ideal para hacer tus quesos veganos? ¡Nosotros también!

Por ello te traemos una receta rápida y con pocos ingredientes que podrás encontrar en tu supermercado tradicional para hacer este queso proteico vegano estilo queso azul, roquefort o gorgonzola. Continúa leyendo…

Investigando posibilidades

Durante todo este año y medio de distanciamiento social he estado experimentando bastante en la cocina, sobre todo para hacer recetas de algunos de mis libros de sobremesa veganos y luego sobre ellas he creado mi propia versión.

He probado bastantes: queso ricotta, queso mozzarella que derrite, queso mozzarella para ensaladas, queso cheddar, queso de papa y zanahoria, queso de avena, queso de tofu, queso de anacardos, queso de chufa, queso de almidones y aceite de coco...bueno, “quesos”. He de decir que me he sentido bastante frustrada con las recetas que encontraba en internet o en algunos libros, ya que, lo siento mucho pero no son quesos. Sé que es difícil conseguir: textura, sabor, olor y encima que derrita, pero no es imposible y aunque a día de hoy no haya encontrado la receta perfecta seguiré buscando. Y si la encontráis espero que me lo digáis en comentarios para poder probarla 🙂

Una de las recetas que probé con mucha ilusión fue la del queso mozzarella vegano de Nutriana ya que había leído maravillas en los comentarios, pero no me parecía para nada una mozzarella le faltaba la textura elástica y el sabor a ácido láctico. Le echo la culpa a mi psyllium, que cuando lo compré en el Herbolario y seguí la receta me daba la sensación de gránulos de gelatina en el queso y no llegaba a tener la misma textura que en el original. Pero tengo conocidas que lo han probado con este y dicen que sale un poquito mejor que el mío, por lo tanto, volveré en el futuro a darle una oportunidad pero hoy no es la receta que os traigo.

Queso vegano rápido estilo Roquefort - mozzarella vegana
Fue un pequeño desastre 🙁

Seguimos investigando…

Seguí investigando, probando y comprando quesos marcas industriales para poder catar y reversionar en la medida de lo posible, hasta conseguir algún queso que me gustase. (Os dejo abajo un listado de mis quesos favoritos y dónde encontrarlos).

Invertí en tres libros nuevos: Vegan cheese de Jules Aron, Quesos veganos de María Miguel Ponte y Quesos veganos de Maxime Boniface. Todos, que se han convertido en mis guías básicas a día de hoy. Y os los recomiendo plenamente que invirtáis en ellos, son las recetas que me parecen más fáciles y logradas (os lo dice una amante del queso ).

Los procesos para hacer quesos rápidos no toman más de un día pero en el momento que quieres un queso más logrado acaba tomándote semanas, pero merece la pena. Merece la pena disfrutar de un manjar sin lácteos ni derivados animales.

Para esta entrada he pensado bastante si hacer un queso sencillo, un queso de maduración en frío o un queso tradicional fresco, pero no. Finalmente me he decidido por una opción muy fácil con ingredientes que podéis encontrar en el supermercado que aunque no es 100% el queso azul de toda la vida, tiene un toque picantón, fuerte y una textura suave y sedosa. La receta está inspirada en el libro de Jules Aron que os comenté antes pero con nuestro toque 😉 ¡Espero que la disfrutéis!

La receta

Ingredientes:

  • 400 grs de tofu duro -escurrido y compactado
  • 100 grs de anacardos crudos-remojados durante 8hrs o hervidos 20min
  • ½ taza de aceite de coco derretido
  • 4 cucharadas de miso blanco
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 2 cucharaditas de sal
  • 2 cucharadas de zumo de limón o 1 cucharadita de ácido láctico
  • 2 cucharadas de levadura nutricional en copos
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
  • 2 cápsulas de probióticos veganos – son opcionales, pero os lo recomiendo acentúan el sabor ácido.
  • 1/2 cucharadita de espirulina – azul o verde o un mix de ambas (la diferencia es que la azul es un extracto aislado de antioxidante que se encuentra en la verde); el hecho de usar el mix de ambas es que se consigue un tono más azulado como el del clásico moho penicilum roqueforti, pero si solo tenéis una, no es necesario comprar de más pensad que es meramente estético y bueno, aporta un poco más de nutrientes 😉
  • OPCIONAL: aroma vegano a queso roquefort – No es necesario, pero con este aroma vuestro queso no tendrá nada que envidiar a uno madurado o a los clásicos roquefort, queso azul o queso gorgonzola.

En esta receta no necesitarás de tela quesera, ni prensa sólo de un molde y una buena licuadora.

¡Empezamos!

Preparación

La base:

  • Tendremos que prensar el tofu duro. Para ello cortarás tu bloque en tiras alargadas de unos 0,5cm aproximadamente y las dejarás reposar sobre un par de papeles de cocina, le pondrás otras dos capas de papel de cocina sobre el tofu y una tabla de cocina o similar que haga de superficie plana. Sobre esta superficie plana pondremos elementos que nos hagan de peso para que el tofu escurra todo el agua de más. (Nosotros solemos usar bricks de leche vegetal o una olla con agua). Lo dejaremos reposar mínimo 1 hr.
  • Si no hemos remojado durante 8 horas nuestros anacardos los pondremos a hervir durante 20 minutos o cuando estén blandos. Cuando estén listos, desecharemos el agua (úsalas para tus plantas cuando enfríe 😉 ) y dejaremos atemperar.
  • Usaremos nuestra Nutriboost con el cabezal de cuchillas de licuado y los batiremos hasta tener una textura similar al queso untable.
  • Retomamos nuestro tofu prensado y lo desmigajaremos sobre los anacardos previamente batidos y volveremos a batir un par de minutos. Quedará bastante espeso y no se podrá batir bien para que quede cremoso.
  • Añadiremos todos los ingredientes a excepción de los probióticos y la espirulina al vaso mezclador y volveremos a batir con pausas para no quemar el motor hasta que quede una textura súper cremosa. En nuestro caso nos tomó 3 minutos.
  • Añadiremos las cápsulas de probióticos y batiremos 30 segundos más.
Queso vegano rápido estilo Roquefort - crema de untar vegana
Textura tras batir los ingredientes

Montar el queso:

  • En primer lugar escogeremos un molde o un tupper que forraremos con papel encerado o film.
  • Sobre este espolvorearemos un poco de espirulina en el fondo y en los laterales, que serán parte de la «costra mohosa» de nuestro queso azul.
  • Rellenaremos 1/3 del molde poniendo la masa de la base que hemos preparado anteriormente y sobre esta capa espolvorearemos un poco más de espirulina. Haremos lo mismo con los otros 2/3 de base que nos queda.
  • Al finalizar la última capa compactaremos con una lengua de gato o cuchara y añadiremos más espirulina.
  • Para airear nuestro queso y conseguir vetas bonitas en el interior, cogeremos un palillo chino o un palillo de brocheta y haremos varios agujeros desde la superficie hasta el interior del queso.
  • Dejaremos 8 horas en el frigorífico mínimo para usar.
Queso vegano rápido estilo Roquefort, queso azul, gorgonzola
Desmoldando tras 10 hrs en el frigorífico

Desmoldar y servir:

Una vez que tengamos el queso listo solamente tenemos que retirar del tupper y servir.
Cuando lo hago en casa suelo dejar la tapa del tupper sin cerrar para que entre aire consiguiendo así la oxigenación del queso y mantener viva la flora de los probióticos, también de esta manera consigo que el queso tenga una costra un poco más seca en la parte exterior.

Recomendaciones para servir en tabla de quesos veganos, tostas de roquefort con uvas e higos, queso roquefort con nueces y brotes, con mermelada casera (la de la imagen es sin azúcar, si queréis la receta decidlo en comentarios y la subiremos 🙂 )

 


Mi top 10 veganos para comprar en tienda:

  1. Bloque de queso Cheddar Mature de Vio life – Me encanta que esté en bloque porque es muy versátil: rallas, cortas tiras…El sabor es de 10, sabe muy similar a un queso que me encantaba de Kerrygold.
  2. Parmesano vegano de Vio life – En formato cuña para risottos o ensaladas, el sabor está muy conseguido. Lo entremezclo con mi receta de parmesano de almendras.
  3. Mozzarella rallada de Vio life – Ideal para pizzas o para cuando necesito una cantidad de queso rallado mayor y con el sabor suave de la mozzarella.
  4. Halloumi de Sheese – Ideal para cortar y asar en la barbacoa o parrilla.
  5. Queso camembert de Veggie Bean – Este lo encontramos en Mallorca que lo hacen ellos y creo que es el mejor camembert que hemos probado del mercado, por ahora es difícil encontrarlo fuera de la isla, pero escribidle al chico y seguro que podéis catarlo.
  6. Queso untable finas hierbas de Sheese – Para usar en tostas con eneldo y frutos rojos.
  7. Queso camembert de Mommus – El segundo mejor camembert que podrás probar, tiene un sabor láctico y picante exquisito, os dejamos los enlaces de venta para comprarlo en sus distribuidores.
  8. Queso estilo gouda de Sheese– Para tablas de quesos veganos sobre todo.
  9. Queso picante con mango de La carleta – Absolutamente una delicia agridulce, os dejamos los enlaces de venta para comprarlo en sus distribuidores.
  10. Queso azul estilo francés de Sheese – He de decir que no tiene costra como el fermentado pero tiene un sabor muy intenso a queso azul.

Esperamos que os haya gustado esta entrada y que nos compartáis vuestras creaciones.
¿Tenéis otros quesos favoritos? También queremos conocerlos para ampliar el listado de marcas top.


¿Queréis ver otras recetas? Pincha aquí para ver todas.

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Receta Bollicao casero para una vuelta al cole más saludable

bollo chocolate

Casi llega septiembre y con ello la llegada al cole, aunque este año sea un poco más «extraordinario» siempre hay momentos que nos devuelven la calma, y ese es en el caso de los niños el momento de la merienda, dónde después del colegio tienen un tiempo de comer algo y seguir jugando hasta que tus padres te riñan por no hacer los deberes.

Mis padres no eran muy fan de darme bollería industrial de pequeña, pero cuando salía del conservatorio y no tenía tiempo, siempre acababa con un bollycao blandito, jugoso y que deseaba que no se acabase nunca. Con el tiempo, estos fueron cada vez más pequeños, con menos chocolate y por mi parte más esporádicos.

Hoy os traigo la receta de unos bollycao que puedes hacer con los más peques de la casa, es un poco largo de hacer pero merece la pena el resultado.

Ingredientes:

450 gr de harina de fuerza o alta en proteínas
225 ml de leche a tu gusto (avena, soja, coco…)
90 gr de yogur griego
50 gr de mantequilla Kerry Gold (usamos esta por el % de grasa que tiene, pero puedes usar cualquiera con porcentaje mayor del 70%)
5 gr levadura fresca de panadero
60 gr azúcar moscavado
6 gr de sal
crema para el relleno al gusto: crema de avellanas, nutella casera, lemon curd, crema de cacahuetes, crema de anacardos, crema de pistachos, crema proteica de avellanas y cacao, mermeladas caseras, crema de cacao amargo

¿Cómo se hace?

En un bol pondremos la leche que calentaremos un poco en el microondas -o cazo- para templar un poco. No calentar en exceso para no arruinar las levaduras y lactobacillus que pondremos a continuación.
Agregar el yogur griego y el azúcar y batir manualmente hasta que se disuelva el azúcar. Justo a continuación añadir la levadura desmenuzada y volver a batir hasta su disolución.

Incorporamos la harina al bol y comenzamos a amasar hasta conseguir una bola de masa uniforme , tras unos 5 minuto tendrá una consistencia tensa la masa y endurecerá un poco.

Añadimos a mantequilla en pomada y la sal, y empezaremos a amasar. Si tienes la desgracia de no tener una amasadora como yo, tendrás que hacerlo a mano. En este punto la masa se convertirá en una pasta pegajosa imposible de manejar, pero no desesperes, poco a poco se irá despegando. ¿Cómo amasamos? De los extremos al centro, siempre formando una bola que se pliega sobre sí misma.

Los primeros 10 minutos amasaremos constantemente, y luego hasta otros 20 minutos iremos amasando y dejando reposar la masa -cuando nos vayamos cansando- por 1-2 minutos, que se relaje y volvamos al lío.

Finalizada esta media hora de amasado a mano, la textura de la bola será más tensa y no se pegará a las manos, se puede apreciar que al estirar la masa se ha creado una red de gluten que la deja bastante elástica.

Dejaremos reposar nuestra masa en un bol con un poco de aceite en las paredes para que no se pegue, y tapado con un trapo limpio, en un ambiente cálido (en invierno puedes introducirla en un horno precalentado y apagado por unos minutos) por 1 hora y media mínimo.

Pasada esta hora y media, habrá doblado su tamaño y tendremos el bol lleno de una masa llena de aire.

Partimos esta masa en bolitas del tamaño deseado – yo hice 6 bolas grandes, 4 medianas y 6 pequeñas, para tener diferentes formatos. Las ponemos sobre papel de horno ecológico o bandejas de silicona para horno durante otros 20′.

Pasado este tiempo, cogemos una a una las bolitas, las aplastamos con las manos y hacemos una forma rectangular. En el centro de la misma, ponemos 1-2 cucharadas de nuestro relleno, por ejemplo nosotras usamos la crema proteica fit de cacao y avellanas vegana de Foodspring con un 85% menos de azúcar, y cerramos como un rollo, primero de izquierda a derecha pasando por el relleno, y luego de derecha al centro, pellizcando la masa para que no se abra. También cerraremos bien los bordes, pellizcándolos para que no se abran durante la cocción.

person holding dough on her hands

Otra opción es dejarlos sin rellenar, simplemente haciendo el rollito y rellenar con una boquilla y manga pastelera cuando estén fríos.

Pondremos los rollitos en un papel de cocina sobre un molde rectangular con una separación no mayor de 2 cm entre rollo y rollo.

Pintamos con leche y con mantequilla los rollitos para crear una corteza homogénea y un poco más crujiente.

Es el momento de dejarlos por 45 minutos fermentando en el molde. En este momento, casi se unirán los rollitos, no los separes, ya que al cocinarlos quedarán más jugosos en su interior.

Pasado este tiempo, los rociamos con un poco de agua o leche, y los metemos en el horno precalentado a 175ºC durante 20-23′, a una altura media.

Tienen que quedar dorados por encima, pero si ves que se te tuestan demasiado pronto (cada horno es un mundo), puedes taparlos a mitad de cocción (que no roce los bollitos).

No quedaron muy proporcionados, pero el sabor es I N C R E I B L E

Una vez que ha pasado el tiempo, los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Puedes pintarlos con mantequilla para que obtengan ese toque brillante característico.

Y voilà! Quedan súper esponjosos, con un sabor exactamente como los bollycao o incluso mejor, y además con menos conservantes, estabilizadores y potenciadores del sabor.

 

¿Qué te ha parecido? ¡Queremos ver vuestras opiniones a ver si os parecen tan deliciosos como a nosotras!

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8 usos para no desperdiciar tus naranjas

citrus fruit delicious fruit juicy

Siempre he pensado que no necesitamos un millón de personas haciéndolo perfectamente, si no muchas personas aportando nuestro granito de arena para que todo vaya a mejor.

Me encanta el movimiento zero waste, pero cuando me inicié me costó bastante el cambiar muchas de mis comodidades para poder concienciarme de cada paso que iba dando, aunque finalmente ya sale solo, y además es muy divertido pensar en todos los usos que podemos darle a cada producto que adquirimos para así alargar su vida útil.

¿No os parece extraordinario? ¡Pues sí, lo es!

Hoy vamos a seguir aprovechando cosas en la cocina, y es que ya lo dijimos en post anteriores, ¡somos amantes de la cocina! por lo que pasamos mucho tiempo en ella, jugando e investigando. Y hoy le toca el turno a….

¡Mi media naranja!

Lo primero es ver en sí el uso de la propia fruta, ¿me la como sola? ¿me hago un zumo o un smoothie? ¿la uso para hacer aliños? Hay tantas posibilidades, que aquí te enseñamos una fácil manera de empezar: 

Uso de la naranja en la cocina:

1.Smoothie de Naranja, jengibre y zanahoria.

Nosotras vamos a hacer un zumo con toda la pulpa y toda la fibra (sí, sabemos que lo mejor es comer la fruta entera para poder asimilar todos los nutrientes, pero nos encantan los smoothies y zumos por la mañana, ¡qué le vamos a hacer! Así que vamos a aprovecharlos para daros un ejemplo con la batidora nutriboost que os dará un chute de energía).

Para ello necesitaremos 8 naranjas de tamaño medio y nuestra batidora, por cierto recuerda que aquí no se tira nada, así que te iremos diciendo qué elementos puedes guardar para realizar otras recetas que encontrarás más abajo.

usos naranjas casa natural

Las naranjas de zumo no son fáciles de pelar, si usas de las de mesa será más sencillo pero tienen menos jugo.
En nuestro caso, usamos naranjas de mesa porque son las que teníamos en la tienda de producto local, retiramos toda la corteza y reservamos para luego, introducimos las naranjas en nuestra batidora intentando separar las semillas y el abeldo o parte blanca y batimos hasta que no se vean grumos.

Las semillas las puedes guardar para germinar y plantar y poner en tu balcón o jardín, si no ambas partes puedes usarlas para compostarlas.

A esta mezcla añadimos una zanahoria rallada y un trozo de jengibre fresco sin corteza al gusto, cuanto más jengibre más picante estará. Guardaremos nuevamente la corteza del jengibre y la zanahoria pudiendo usarlas para compost o las congelaremos para usarlas en un caldo de verduras.

Por último, volveremos a batir y… ¡listo! tenemos nuestro zumo fresquito y lleno de vitaminas para afrontar el día.

¿Te gusta el zumo pero detestas la pulpa? ¡No pasa nada, aquí no se desperdicia nada! Mira el siguiente punto 😉

2. Receta de crackers o regañás caseras con pulpa de frutas y verduras.

Después de preparar el punto anterior colaremos el zumo, con un paño de algodón o muselina para evitar que pase la pulpa, estrujando para quitar todo el exceso de agua, quedándonos una pasta maleable que no se adhiere bien entre ella.

Los restos de este agua nos servirá para regar plantas y añadirle vitaminas al sustrato.

usos naranjas casa natural
Imagen cbc.ca

Ingredientes:
-1 taza de descartes de pulpas de zumo
-1/2 taza de harina integral de cereal al gusto (nosotras usamos espelta)
-1 taza de agua
-especias al gusto (mi mezcla perfecta de hierbas secas: 2 cc tomillo, 1 cc orégano, 1/2 cc romero, 1/2 cc albahaca)
-sal del himalaya
-semillas de lino

Poner en la batidora con las cuchillas de procesar, y batir todo hasta conseguir una pasta homogénea. Dejar reposar 15′, precalentar el horno a 180ºC. Poner en una bandeja y estirar, cortar en cuadraditos con el cortapizzas, añadir sal y semillas (lino, chía, sésamo) si se quiere, introducir al horno durante 20-25′ o hasta que se dore (no que se queme, que pasan pocos minutos entre estar perfectos y en comer cuadraditos torrados).

La textura ideal para sacarlas del horno es que estén tostadas ligeramente, piensa que la masa saldrá blanda, y al enfriar endurecerá. Están deliciosos solos, con hummus o guacamole.

3. Molletes de Antequera inspirados en los patios de naranjos andaluces

La cocina es nuestra pasión y nos encanta ver, reversionar y crear nuestras propias recetas. Hemos actualizado la receta (2021) a una que nos gusta más y es infalible 😉 En este caso las naranjas la usamos restando una parte a la leche y hacemos nuestra versión más andaluza, que nos recordase a azahar, a los patios de naranjos del sur y a nuestra tierra. Así que en vez de leche tal cual usamos una parte de zumo de naranja, no seáis escépticos y probarla, ¡están riquísimos y son súper rápidos de hacer!

Así quedarían los ingredientes:

  • 200 ml de agua tibia
  • 10 gr de levadura fresca
  • 25 gr de aove
  • 40 ml de zumo de naranja
  • 160 ml de leche al gusto (avena, soja…)
  • 300 gr harina de fuerza o harina alta en proteína
  • 150 gr harina de trigo -nosotros usamos integral
  • 10 gr sal del himalaya
  • 5 gr de panela o azúcar moscavado
  • -1/4 cc de esencia de azahar (opcional)

Y aquí tenéis el procedimiento:

  1. Sobre la mesa de trabajo mezclas las harinas y haces un volcán, dejando un hueco en su interior.
  2. En un recipiente mezclas los líquidos: agua, zumo, leche; con la levadura, la sal y el azúcar.
  3. Viertes la mezcla líquida sobre el volcán y amasas hasta que quede una masa elástica.
  4. Añade el aceite y amasa un poco más hasta que no se pegue la masa a la superficie.
  5. Dejar reposar en un bol tapado, en una zona de temperatura entre 18-21ºC de 2 a 8 hrs.
  6. Dividimos la masa en pelotitas, que aplastaremos.
  7. Espolvoreamos un poco de harina y metemos al horno precalentado a 180º de 6 a 10 min.
  8. Esperamos que enfríe y degustamos con AOVE, sal y tomatito 🥯🍅
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
  9. Que lo disfrutéis 😉
https://www.instagram.com/p/CL1u4DMn8tO/

4. Naranjas confitadas

Lava bien las cáscaras, ponlas a hervir en un cazo y retira cuando rompa a hervir, el agua será amarga, así que guárdala para regar tus plantas y pon en el cazo misma proporción de piel de naranja, agua y azúcar. Después, hiérvelo a fuego lento hasta que casi se evapore todo el agua.

Sácalas y déjalas enfriar en una rejilla con cuidado de no quemarte con el caramelo. Cuando atemperen, puedes volver a pasarlas por azúcar o bañarlas en chocolate negro y dejar que enfríen nuevamente.

usos naranjas casa natural
Foto downshiftology.com

Si aún sigues por aquí es por que quieres saber más usos para la naranja, así que vamos allá con la cáscara de la naranja. ¿Qué es lo más sencillo? Compostarla, pero no aún, así que vamos a darle más usos. Te ponemos varias opciones para que elijas.

5. Usos para la limpieza en la cocina y baño

¿Sabías que puedes utilizar la piel de naranja como estropajo? La piel de naranja, antes de que se seque, contiene aceites que ayudan a limpiar las superficies grasientas. Aprovéchala para dar frescor a tus sartenes.

También puedes usarlas como ambientador en el cubo de la basura, antes de poner una bolsa limpia, pon una piel de naranja. El cubo siempre olerá mejor. Y si las tuberías de un fregadero huelen, pon un poco de piel de naranja triturada y deja que circule el agua hasta que desaparezca. Un agradable olor cítrico reemplazará al otro.

usos naranjas casa natural

Hay una receta bastante popular que usa el vinagre mezclado con las cáscaras para un desinfectante casero, pero en este caso lo haremos con azúcar moreno y agua, dejándolo fermentar por 3 meses (si tienes prisa, puedes utilizar la alternativa del vinagre de manzana)

Almacenamos la mezcla en botes de cristal de conservas reutilizados, así de paso le damos un segundo uso. Dejando que la mezcla fermente durante tres meses  la enzima estará lista para su uso.

  • La proporción es la siguiente: 300 grs de cáscara fresca de cítricos 100 gr de azúcar moreno y 1 litro de agua.
  • Verter el azúcar en el agua y remover hasta su disolución, verter las cáscaras y tapar el bote (asegúrate de que las cáscaras no estén en contacto con aire dentro del bote, es preferible llenarla hasta arriba para que no le salga moho).
  • Puedes abrir el bote cada 20 días y remover para eliminar los gases de la fermentación. Una vez pasado el tiempo, colar, compostar las cáscaras y filtrar el líquido y almacenarlo en una botella reusada de multiusos o en una botella de cristal.

Usos de la piel de la naranja

6. Deshidratados para decorar tus bebidas o tu casa

Una buena opción para usar las naranjas tal cual es deshidratarlo en láminas finas tu deshidratadora o en el horno (200ºC- aproximadamente 2 horas).

Una vez listas, tienes que guardarlas en un tarro hermético para que no le entre aire, o lo que es lo mismo, que no entre humedad y se vuelvan a hidratar, también puedes añadirle bolsitas de silica si vives en una zona de mucha humedad.

Puedes usarlas para decorar tus bebidas tés, aguas de sabores, cócteles o postres.

Otro uso, puede ser hacer con ellos es decorar tu casa o tus regalos, centros de mesa, coronas de eucalipto y naranja para Navidad …¡La imaginación no tiene límites!

7. Repelente insectos y gatos

Si tienes un pequeño jardín en el que te aparecen babosas, con dejar trozos de piel de naranja por el suelo, problema arreglado y adiós a las babosas.

Para las hormigas también hay piel de naranja. Coloca piel de naranja en las zonas donde hayas detectado hormigas o incluso echa un poco de aceite de piel de naranja y las hormigas desaparecerán de esa zona.

En cambio, si tienes un gato que ha cogido una mala costumbre de subirse al sofá o la cama, puedes dejar pieles de cítricos frescos y el olor repelerá al animal (en mi caso, mi gato solía hacerse pipí en un sofá del cuarto de invitados y con este remedio conseguimos que dejase de frecuentarlo de inmediato).

Usos cosméticos y de aromaterapia

8. Polvo de naranjas varios usos.

Lo primero para este punto es deshidratar la cáscara de naranja y triturarla lo más fina posible (nosotras usamos nuestro Nutriboost con la cuchilla de triturar), esta mezcla podemos guardarla en un tarro hermético para que no le entre la humedad.

Para nuestro exfoliante usaremos como base:

  • 4 c de polvo de naranja deshidratado
  • 4 c de aceite (oliva, coco, aguacate…)
  • 4-8 gotas de Vitamina E, que es antioxidante y conservante y aporta luminosidad a nuestra piel.

**IMPORTANTE** Los cítricos desprenden citral, limoneno y otros alérgenos que son fotosensibles a la luz solar, es decir, no usar si a posteriori vamos a tomar el sol, es mejor usarlos cuándo vamos a estar por largo tiempo en casa.

Si quieres puedes hacer mezclas diferentes para conseguir más beneficios, añadiendo elementos como: posos de café, miel, harina de avena…

¿Qué aceite usar según mi tipo de piel? Es difícil entrar en este tema, ya que sólo pasamos por la parte cosmética, pero escríbenos en los comentarios y te ayudaremos con el aceite más indicado según tu tipo de piel.

Usando este mismo polvo, podremos hacer unas sales de baño aromáticas: usa misma cantidad de sal epsom y de hierbas (puedes mezclar el polvo de naranja con lavanda, rosas y harina de avena, caléndula, romero y menta, etc.), guárdalo en un bote de cristal con tapón hermético. Añádelas en tu baño caliente mientras se va llenando el agua de la bañera.

usos naranjas casa natural

Otra idea es hacer saquitos ambientadores usando las bolsitas de tela (esas de algodón que solemos usar para guardar los jabones en los viajes) e introducir nuestra mezcla aromática naranja y flores de lavanda o naranja y ramas de canela. Y ya estará listo, puedes colgarla en tu armario o en el coche como ambientador.


Y hasta aquí nuestros usos sobre la naranja, hay muchísimos más ¿cuáles usáis vosotros? ¿os gustó el artículo? Nos gustaría que nos dijeseis vuestras opiniones en los comentarios.

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Plátano parece y oro es: usos para reutilizar plátanos

banana fruits

Acabas de comerte un plátano y no sabes qué hacer con la cáscara, ¿la echamos a la basura? ¡No!

Vamos a reutilizarla para hacer un… fertilizante natural y orgánico para nuestras plantas.

Gracias al potasio que contiene le aporta minerales y nutrientes que fortalecen la formación de flores y frutos.  ¿Cómo saber si mi planta necesita potasio? Muy fácil, las hojas empiezan a amarillear o se empiezan a rizar, este es el momento justo de abonarlas. Cuando las plantas se encuentren en época de floración, riega directamente con este fertilizante cada 15 días.

copy space photo of yellow bananas

Puedes hacerlo de dos maneras, nosotros te daremos las proporciones para 1,5l de fertilizante.

La primera sería poner 5 cáscaras de plátano hechas trocitos en una olla con 1,5 litros de agua (la del grifo, el agua de la pasta o el arroz…) y hervir por 15 minutos, dejar reposar, filtrar y guardar en un tarrito de cristal. La mezcla debe reposar una semana para que las bacterias hagan su trabajo. Si llegas a ver moho negro deberás tirarlo pues ya no servirá. Pasada la semana, se coloca en la licuadora y se hace un puré.

La segunda opción es poner las cáscaras de plátano en un bote de cristal y dejarlas por mínimo 3 días (advierto que el olor no es de rosas precisamente, pero es ¡TAN EFECTIVO!) ir usando el agua y rellenando con agua nueva, y nuevas cáscaras (nosotros solemos usarlas durante 15 días aproximadamente, luego las colamos y compostamos las cáscaras tras el proceso).

¿Qué más podemos hacer? Ah sí, ¿vinagre de plátano? Suena exótico, ¿verdad? Para hacer esta receta sólo necesitarás:

  • 500 grs de cáscara de plátano
  • 4 tazas de agua
  • ¾ tazas azúcar, panela, miel… no vale endulzante como stevia o sacarina
  • ½ cc de levadura
  • ½ taza de vinagre base

Hierve la mitad del agua con las cáscaras de plátano cortadas en trocitos pequeños durante 15’. Cuela la mezcla y al líquido resultante añádele el resto del agua y el azúcar, y vuelve a hervir durante otros 15’.
Esteriliza un bote de cristal con tapa e introduce el líquido, añade ½ cc levadura por cada taza de liquido obtenida, dejando que fermente en el recipiente durante una semana (recomendamos abrir el bote cada 2 días mínimos sobre todo en verano, ya que está fermentando y emitirá gas que tiene que salir para no reventar).

Una vez que ha pasado este tiempo filtra con colador, y añade ½ taza de vinagre base por cada taza de líquido, puedes sustituirlo por kombucha avinagrada (si, esa que haces en casa y se te pasa de tiempo).

Tapa con un paño sin cerrar el tapón durante 2 o 3 semanas, irá adquieriendo un olor característico del vinagre, en este momento deberás colarlo y hervirlo durante 5’, y volverlo a filtrar en este caso con tela, para que no queden posos de levaduras, aunque siempre queda algo de madre que se irá depositando en el fondo del recipiente.

Esteriliza una botella con tapón hermético o una aceitera, introduce el vinagre y ya está listo para disfrutarlo.

banana fruits

Y por último una receta novedosa para todos los amantes del PULLED PORK que quieran ver a los cerditos felices y no en sus barrigas.


La receta la inventó Melissa Copeland y se está viralizando, aunque el hecho de comer la cáscara de plátano ya se hacía pudiéndose encontrar desde carne mechada de banano o pasteles hechos con la cáscara.
Y como la receta es suya os dejamos el vídeo directamente desde su canal para que no os perdáis detalle.

https://www.instagram.com/p/B6tf0SmIh5z/

¿Se ocurren otras maneras de reutilizar las cáscaras de plátanos de casa?

Cuéntanos aquí abajo, estamos deseando saber más trucos y consejos.