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Receta champú sólido suave: anticaida y anticaspa

Si todavía no has tenido la oportunidad de probar el champú sólido, no te preocupes porque hoy te traemos una super receta casera y natural de un champú sólido natural y vegano que ayudará no solo a fortalecer el cabello, sino que también le aportará brillo e hidratación y ¡lo mejor es que es natural y cero residuos!

Para este champú seguiremos el procedimiento de champú sensible que explicamos en este post, ya que requiere de una suavidad más delicada de los tensioactivos, más poder hidratante de los aceites y mantecas, además de varios ingredientes que os explicamos a continuación. Esperamos que os guste y os sirva 🙂

Materiales básicos:

Fórmula:

TENSIOACTIVOS 59%
ACEITES Y MANTECAS 12%
BASES ACUOSAS 10%
POLVOS 16%
ACTIVOS 2%
OTROS 1%

Ingredientes:

  • 39 grs Tensioactivo SCI:Tensioactivo derivado del aceite de coco sin conservantes y fácilmente biodegradable. Libre de sulfatos. Permite crear fórmulaciones muy suaves que proporcionan abundante espuma.
  • 20 grs Tensioactivo SLG: Los Glutamatos son tensioactivos muy suaves y tienen la capacidad de reducir el potencial irritante de otros tensioactivos para así conseguir un producto final más suave para la piel. Es entre los tensioactivos disponibles el más suave, no es irritante, retiene la humedad y protege la piel de la sequedad.
  • 8 grs Aceite de Ricino. Fortalece el cabello evitando las puntas abiertas y quebradizas, aportando brillo y vitalidad.  Es rico en ácidos ricinoléico, oleico y linoléico. También ayuda a crear un ecosistema saludable para que tu cabello crezca fuerte y sano.
  • 4 grs Aceite de Aguacate.El aceite de aguacate es actúa contra el envejecimiento cutáneo, regenera la piel y la protege de las agresiones del sol y el viento, ya que es muy parecido en su composición al sebo de la piel, por lo tanto nuestro cuero cabelludo sufre menos.Su alto contenido en ácidos oleico y palmitoléico le confieren propiedades regeneradoras  que evitan el envejecimiento cutáneo y estimula el cuero cabelludo y suavizando el cabello áspero y seco.
  • 10 grs Hidrolato de Romero: Aplicado en el cuero cabelludo, tiene efectos beneficiosos en la prevención de la caída del cabello y para la caspa.
  • 13 grs Arcilla blanca: Sus propiedades limpiadoras y desinfectantes son excelentes para limpiar el cuero cabelludo en profundidad, combatir condiciones como la caspa y reducir la secreción de grasa.
  • 2 grs Extracto de ortiga: Es un principio activo eficaz para activar la microcirculación de la piel, actúa de forma antimicrobiana y purificante. Tiene propiedades antisépticas y ayuda a controlar la caspa, aporta brillo y frescura al cabello.
  • 3 grs Espirulina verde:  Remueve el exceso de cebo y las células muertas del cuero cabelludo. Su formulación rica en proteínas ayuda a mantener el pelo limpio más tiempo, aportándole un extra de nutrición para mantenerse sano.
  • 0,25 grs Conservante
  • 0,25 grs Vitamina E
  • 0,15 grsAceite Esencial de RomeroActiva el riego sanguineo y estimula el cuero cabelludo.
  • 0,35 grs Aceite Esencial de Pomelo: fortalece el cabello.

 

Desinfecta

  1. Esteriliza todos los utensilios con alcohol 96º, deja secar al aire. Desinfecta la zona de trabajo y moldes y deja secar al aire sobre papel absorbente.
  2. Ponte mascarilla y guantes. Si tienes gafas protectoras te ayudarán también a mantenerte protegida.

    Es muy importante que cuando manipules los tensioactivos y cuando los muevas tengas mascarilla, ya que irrita las vías respiratorias ya que se mantienen suspendidas las partículas volátiles cuando removemos.

Preparación

  1. Pesa en un bol de cristal o acero inoxidable desinfectado los ingredientes de forma separada.
  2. Añade en un bol: tensioactivos y polvos (SCI, SLG, arcilla blanca, espirulina), remueve y reserva.
  3. Acto seguido añade en un bol los aceites(Aceite de ricino y de aguacate) hasta que se alcancen aproximadamente 70º, compruébalo con el termómetro.
  4. Y mientras tanto pesa y añade en un bol el hidrolato.
  5. Adjunta en otro bol: activos y otros (extracto de ortiga, aceites esenciales, conservante y vitamina E) mezcla y reserva.
  6. Comenzamos a mezclar: añade aceites y mantecas al bol de polvos y remueve (con una varilla de cristal o madera).
  7. Continua añadiendo el hidrolato y remueve hasta que consigas una masa homogénea como una plastilina.
  8. Cuando temple, añade el bol de activos y otros y mezcla nuevamente.
  9. Mide el PH, si está correcto (entorno a 5-6 va bien 😉 ) ya lo puedes enmoldar. (Si necesitas bajarlo puedes echarle unas gotas de ácido láctico o disolver ácido cítrico en agua y echarle unas gotas. Normalmente no suele estar nunca por debajo de 3.5, así que no necesitarás subirlo, pero si lo necesitases sería con una pizca de bicarbonato por ejemplo o un poco más de tensioactivo en polvo).
  10. Enmolda: Separa la mezcla en dos bolitas de 50 grs, introdúce una bola en la prensa y presiona para obtener la forma final. Obtendrás 2 champús de 50 grs que te durarán cada uno aproximadamente 2-3 meses.
  11. Deja secar sobre una superficie plana durante 24 hrs antes de utilizar.

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Mi receta de champú sólido para cabello normal a graso

 

Si estás interesada en cuidar tu piel y cabello de manera natural y respetuosa o si alguna vez te ha picado el gusanillo de aprender a elaborar tu propia cosmética natural casera pero no sabes por dónde empezar y todo son dudas. Tranquila estás en la web idónea para ti. Te invito a que le eches un vistazo a los contenidos que publicamos en nuestra sección de belleza.

Hoy comenzaremos con una de mis recetas favoritas para hacer mi champú de uso diario, esta es una receta muy simple pero efectiva.
Para los que no me conozcáis tengo el pelo muy graso, y desde que hago mi propia cosmética casera he pasado de lavarme el pelo día sí y día no a lavarmelo 3 veces en semana (aunque aguantaría más, pero ya es el vicio de no sentirlo limpio o igual de manejable que el día 1).

¿Qué beneficios buscaba al crear esta receta de champú sólido?

  • Un champú que limpiase, pero hidratase a su vez el cuero cabelludo para evitar resecamientos.
  • Con ingredientes fáciles de encontrar y no muy costosos.
  • Que hidratase medios y puntas, para reavivar mi cabello.
  • Que incorporase un «chute» de proteínas para reactivar la estructura de mi cabello.

¡Pues allá vamos con la receta! (Si tienes duda del proceso, o quieres saber la base de cómo hacer tu champú natural casero, te recomiendo que antes leas este artículo de cómo elaborar un champú casero).

Receta para champú sólido / normal a graso:

Materiales básicos:

Ingredientes:

  1. Tensioactivos:
  2. Aceites:
  3. Mantecas:
  4. Aguas/Hidrolatos:
  5. Polvos/Arcillas:
  6. Activos:
  7. Otros:

Desinfecta

  1. Esteriliza todos los utensilios con alcohol 96º, deja secar al aire. Desinfecta la zona de trabajo y moldes y deja secar al aire sobre papel absorbente.
  2. Ponte mascarilla y guantes. Si tienes gafas protectoras te ayudarán también a mantenerte protegida.

    Es muy importante que cuando manipules los tensioactivos y cuando los muevas tengas mascarilla, ya que irrita las vías respiratorias ya que se mantienen suspendidas las partículas volátiles cuando removemos.

Preparación

  1. Pesa en un bol de cristal o acero inoxidable desinfectado los ingredientes de forma separada.
  2. Añade en un bol: tensioactivos y polvos (SCI, arcilla blanca, té verde y cúrcuma), remueve y reserva.
  3. Acto seguido añade en un bol los aceites y mantecas (Aceite de argán, manteca de mango y manteca de karité) hasta que se derritan (aproximadamente 70º, compruébalo con el termómetro, pero cada aceite y manteca tiene un punto de fusión diferente).
  4. Y mientras tanto pesa y añade en un bol el hidrolato.
  5. Adjunta en otro bol: activos y otros (proteína, aceite esencial, conservante y vitamina E) mezcla y reserva.
  6. Comenzamos a mezclar: añade aceites y mantecas al bol de polvos y remueve (con una varilla de cristal o madera).
  7. Continua añadiendo el hidrolato y remueve hasta que consigas una masa homogénea como una plastilina.
  8. Cuando temple, añade el bol de activos y otros y mezcla nuevamente.
  9. Mide el PH, si está correcto (entorno a 5-6 va bien 😉 ) ya lo puedes enmoldar. (Si necesitas bajarlo puedes echarle unas gotas de ácido láctico o disolver ácido cítrico en agua y echarle unas gotas. Normalmente no suele estar nunca por debajo de 3.5, así que no necesitarás subirlo, pero si lo necesitases sería con una pizca de bicarbonato por ejemplo o un poco más de tensioactivo en polvo).
  10. Enmolda: Separa la mezcla en dos bolitas de 50 grs, introdúce una bola en la prensa y presiona para obtener la forma final. Obtendrás 2 champús de 50 grs que te durarán cada uno aproximadamente 2-3 meses.
  11. Deja secar sobre una superficie plana durante 24 hrs antes de utilizar.

Espero que os haya gustado la receta, este es mi champú básico (el que suelo regalar a todxs mis amigxs) y por ahora a todos le ha ido bien para sus necesidades, pero siempre te animo a que lo estructures a tu gusto/necesidades y a los materiales que puedas reutilizar.

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Queso vegano rápido estilo Roquefort

¿Quieres una alternativa a los quesos tradicionales? ¿Quieres reducir tu consumo de lácteos? ¿Buscas la receta vegana ideal para hacer tus quesos veganos? ¡Nosotros también!

Por ello te traemos una receta rápida y con pocos ingredientes que podrás encontrar en tu supermercado tradicional para hacer este queso proteico vegano estilo queso azul, roquefort o gorgonzola. Continúa leyendo…

Investigando posibilidades

Durante todo este año y medio de distanciamiento social he estado experimentando bastante en la cocina, sobre todo para hacer recetas de algunos de mis libros de sobremesa veganos y luego sobre ellas he creado mi propia versión.

He probado bastantes: queso ricotta, queso mozzarella que derrite, queso mozzarella para ensaladas, queso cheddar, queso de papa y zanahoria, queso de avena, queso de tofu, queso de anacardos, queso de chufa, queso de almidones y aceite de coco...bueno, “quesos”. He de decir que me he sentido bastante frustrada con las recetas que encontraba en internet o en algunos libros, ya que, lo siento mucho pero no son quesos. Sé que es difícil conseguir: textura, sabor, olor y encima que derrita, pero no es imposible y aunque a día de hoy no haya encontrado la receta perfecta seguiré buscando. Y si la encontráis espero que me lo digáis en comentarios para poder probarla 🙂

Una de las recetas que probé con mucha ilusión fue la del queso mozzarella vegano de Nutriana ya que había leído maravillas en los comentarios, pero no me parecía para nada una mozzarella le faltaba la textura elástica y el sabor a ácido láctico. Le echo la culpa a mi psyllium, que cuando lo compré en el Herbolario y seguí la receta me daba la sensación de gránulos de gelatina en el queso y no llegaba a tener la misma textura que en el original. Pero tengo conocidas que lo han probado con este y dicen que sale un poquito mejor que el mío, por lo tanto, volveré en el futuro a darle una oportunidad pero hoy no es la receta que os traigo.

Queso vegano rápido estilo Roquefort - mozzarella vegana
Fue un pequeño desastre 🙁

Seguimos investigando…

Seguí investigando, probando y comprando quesos marcas industriales para poder catar y reversionar en la medida de lo posible, hasta conseguir algún queso que me gustase. (Os dejo abajo un listado de mis quesos favoritos y dónde encontrarlos).

Invertí en tres libros nuevos: Vegan cheese de Jules Aron, Quesos veganos de María Miguel Ponte y Quesos veganos de Maxime Boniface. Todos, que se han convertido en mis guías básicas a día de hoy. Y os los recomiendo plenamente que invirtáis en ellos, son las recetas que me parecen más fáciles y logradas (os lo dice una amante del queso ).

Los procesos para hacer quesos rápidos no toman más de un día pero en el momento que quieres un queso más logrado acaba tomándote semanas, pero merece la pena. Merece la pena disfrutar de un manjar sin lácteos ni derivados animales.

Para esta entrada he pensado bastante si hacer un queso sencillo, un queso de maduración en frío o un queso tradicional fresco, pero no. Finalmente me he decidido por una opción muy fácil con ingredientes que podéis encontrar en el supermercado que aunque no es 100% el queso azul de toda la vida, tiene un toque picantón, fuerte y una textura suave y sedosa. La receta está inspirada en el libro de Jules Aron que os comenté antes pero con nuestro toque 😉 ¡Espero que la disfrutéis!

La receta

Ingredientes:

  • 400 grs de tofu duro -escurrido y compactado
  • 100 grs de anacardos crudos-remojados durante 8hrs o hervidos 20min
  • ½ taza de aceite de coco derretido
  • 4 cucharadas de miso blanco
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 2 cucharaditas de sal
  • 2 cucharadas de zumo de limón o 1 cucharadita de ácido láctico
  • 2 cucharadas de levadura nutricional en copos
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
  • 2 cápsulas de probióticos veganos – son opcionales, pero os lo recomiendo acentúan el sabor ácido.
  • 1/2 cucharadita de espirulina – azul o verde o un mix de ambas (la diferencia es que la azul es un extracto aislado de antioxidante que se encuentra en la verde); el hecho de usar el mix de ambas es que se consigue un tono más azulado como el del clásico moho penicilum roqueforti, pero si solo tenéis una, no es necesario comprar de más pensad que es meramente estético y bueno, aporta un poco más de nutrientes 😉
  • OPCIONAL: aroma vegano a queso roquefort – No es necesario, pero con este aroma vuestro queso no tendrá nada que envidiar a uno madurado o a los clásicos roquefort, queso azul o queso gorgonzola.

En esta receta no necesitarás de tela quesera, ni prensa sólo de un molde y una buena licuadora.

¡Empezamos!

Preparación

La base:

  • Tendremos que prensar el tofu duro. Para ello cortarás tu bloque en tiras alargadas de unos 0,5cm aproximadamente y las dejarás reposar sobre un par de papeles de cocina, le pondrás otras dos capas de papel de cocina sobre el tofu y una tabla de cocina o similar que haga de superficie plana. Sobre esta superficie plana pondremos elementos que nos hagan de peso para que el tofu escurra todo el agua de más. (Nosotros solemos usar bricks de leche vegetal o una olla con agua). Lo dejaremos reposar mínimo 1 hr.
  • Si no hemos remojado durante 8 horas nuestros anacardos los pondremos a hervir durante 20 minutos o cuando estén blandos. Cuando estén listos, desecharemos el agua (úsalas para tus plantas cuando enfríe 😉 ) y dejaremos atemperar.
  • Usaremos nuestra Nutriboost con el cabezal de cuchillas de licuado y los batiremos hasta tener una textura similar al queso untable.
  • Retomamos nuestro tofu prensado y lo desmigajaremos sobre los anacardos previamente batidos y volveremos a batir un par de minutos. Quedará bastante espeso y no se podrá batir bien para que quede cremoso.
  • Añadiremos todos los ingredientes a excepción de los probióticos y la espirulina al vaso mezclador y volveremos a batir con pausas para no quemar el motor hasta que quede una textura súper cremosa. En nuestro caso nos tomó 3 minutos.
  • Añadiremos las cápsulas de probióticos y batiremos 30 segundos más.
Queso vegano rápido estilo Roquefort - crema de untar vegana
Textura tras batir los ingredientes

Montar el queso:

  • En primer lugar escogeremos un molde o un tupper que forraremos con papel encerado o film.
  • Sobre este espolvorearemos un poco de espirulina en el fondo y en los laterales, que serán parte de la «costra mohosa» de nuestro queso azul.
  • Rellenaremos 1/3 del molde poniendo la masa de la base que hemos preparado anteriormente y sobre esta capa espolvorearemos un poco más de espirulina. Haremos lo mismo con los otros 2/3 de base que nos queda.
  • Al finalizar la última capa compactaremos con una lengua de gato o cuchara y añadiremos más espirulina.
  • Para airear nuestro queso y conseguir vetas bonitas en el interior, cogeremos un palillo chino o un palillo de brocheta y haremos varios agujeros desde la superficie hasta el interior del queso.
  • Dejaremos 8 horas en el frigorífico mínimo para usar.
Queso vegano rápido estilo Roquefort, queso azul, gorgonzola
Desmoldando tras 10 hrs en el frigorífico

Desmoldar y servir:

Una vez que tengamos el queso listo solamente tenemos que retirar del tupper y servir.
Cuando lo hago en casa suelo dejar la tapa del tupper sin cerrar para que entre aire consiguiendo así la oxigenación del queso y mantener viva la flora de los probióticos, también de esta manera consigo que el queso tenga una costra un poco más seca en la parte exterior.

Recomendaciones para servir en tabla de quesos veganos, tostas de roquefort con uvas e higos, queso roquefort con nueces y brotes, con mermelada casera (la de la imagen es sin azúcar, si queréis la receta decidlo en comentarios y la subiremos 🙂 )

 


Mi top 10 veganos para comprar en tienda:

  1. Bloque de queso Cheddar Mature de Vio life – Me encanta que esté en bloque porque es muy versátil: rallas, cortas tiras…El sabor es de 10, sabe muy similar a un queso que me encantaba de Kerrygold.
  2. Parmesano vegano de Vio life – En formato cuña para risottos o ensaladas, el sabor está muy conseguido. Lo entremezclo con mi receta de parmesano de almendras.
  3. Mozzarella rallada de Vio life – Ideal para pizzas o para cuando necesito una cantidad de queso rallado mayor y con el sabor suave de la mozzarella.
  4. Halloumi de Sheese – Ideal para cortar y asar en la barbacoa o parrilla.
  5. Queso camembert de Veggie Bean – Este lo encontramos en Mallorca que lo hacen ellos y creo que es el mejor camembert que hemos probado del mercado, por ahora es difícil encontrarlo fuera de la isla, pero escribidle al chico y seguro que podéis catarlo.
  6. Queso untable finas hierbas de Sheese – Para usar en tostas con eneldo y frutos rojos.
  7. Queso camembert de Mommus – El segundo mejor camembert que podrás probar, tiene un sabor láctico y picante exquisito, os dejamos los enlaces de venta para comprarlo en sus distribuidores.
  8. Queso estilo gouda de Sheese– Para tablas de quesos veganos sobre todo.
  9. Queso picante con mango de La carleta – Absolutamente una delicia agridulce, os dejamos los enlaces de venta para comprarlo en sus distribuidores.
  10. Queso azul estilo francés de Sheese – He de decir que no tiene costra como el fermentado pero tiene un sabor muy intenso a queso azul.

Esperamos que os haya gustado esta entrada y que nos compartáis vuestras creaciones.
¿Tenéis otros quesos favoritos? También queremos conocerlos para ampliar el listado de marcas top.


¿Queréis ver otras recetas? Pincha aquí para ver todas.

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Receta de pestiños andaluces sin azúcar y saludables

La receta de pestiños es una receta tradicional andaluza con orígenes moriscos, fruto de los siglos de dominación musulmana.

Se trata de un postre que tradicionalmente se consume en carnavales y pascua, es un cuadrado o rectángulo cerrado en forma de pañuelo y frito, siendo la principal discusión si se pintan de miel o se rebozan en azúcar.

En casa desde muy pequeña siempre hemos hecho este dulce y nunca nos poníamos de acuerdo en el «toque final», aunque he de reconocer que siempre he sido fan del rebozado en azúcar y canela.

Desde hace mucho tiempo en casa cuidamos mucho todo lo que comemos buscando siempre una alternativa más saludable y es por eso que queremos compartiros esta receta para que también podáis disfrutarla, además cómo algunos que me conocéis desde hace tiempo sabéis que mi padre es diabético y siempre hemos buscado en casa reinventar las recetas «clásicas» por una versión más sana para que todos puedan disfrutarla.

Así que sin más miramientos aquí va nuestra versión de los «pestiños de semana santa» sin freír, sin azúcar rebozada ni miel, apta para  veganos y para diabéticos.

¡Allá vamos!

Ingredientes

Para unos 30-40 pestiños tamaño mediano:

    • 3 tazas colmadas de harina – nosotros hemos usado un mix de harinas que tenemos en casa: harina de espelta, cebada, trigo integral y avena integral.
    • 1/2 taza de AOVE.
    • 1/2 taza de Sambuca – Nosotros usamos esta bebida porque tenemos en casa, pero puedes usar si no las siguientes mezclas: 1/2 tz de Anís o 1/2 tz de vino blanco y semillas de anís verde.
    • Cáscara de medio limón.
    • 1 cc de levadura química estilo Royal.
    • Para rebozar en «azúcar»: Canela en polvo y eritritol 0%
    • Para rebozar en «miel»: Sirope de agave y agua.

¿Cómo lo preparamos?

    1. Calentamos en un cazo el aceite de oliva con la cáscara de limón (si no usas licor de Anís o Sambuca, debes echar en este punto las semillas de anís verde). Lo dejamos que caliente a temperatura media y apagamos, dejamos que así suelte todo el aroma. Dejaremos enfriar por completo.
    2. En un bol añadimos la harina, la levadura , mezclamos bien y reservamos.
    3. Una vez que esté el aceite frio, lo colamos y lo vertimos sobre el bol de harina. Si te gusta encontrar semillas en los pestiños puedes dejarlo sin colar.
    4. Añadimos también la 1/2 taza de Sambuca, anís o vino blanco y removemos todo con las manos hasta que se empape toda la harina y quede una masa que se despegue del bol. Tiene que tener una consistencia blanda pero estable, como una plastilina blanda.
    5. Haz pequeñas bolas de masa y estíralas sobre un papel encerado con el rodillo de forma que solo tenga 1-2 mm de grosor. Precalienta el horno a 180ºC.
    6. Con un corta pastas o un corta pizzas haremos formas rectangulares o cuadradas del tamaño de unos 6 cm.
    7. Pliega dos esquinas opuestas hacia el centro haciendo la forma de un pañuelo cerrado.
    8. Reserva sobre una bandeja de hornear reutilizable o otro papel encerado, de manera que no estén muy juntos los pestiños.
    9. Hornea con calor arriba y abajo unos 15-20′ dependiendo del horno, haz que se doren pero que no se tuesten demasiado para tener la textura perfecta.
    10. Déjalos enfriar unos 10′ y es hora de darles el toque final:-Para los rebozados en «azúcar» nosotros hemos usado 2 cc de Eritritol en un bol y 1 cc de canela (ha sobrado mezcla, pero es para que se rebocen bien), introduce el pestiño por ambos lados y reserva.
    11. Para los rebozados en «miel» nosotros hemos usado 1 c de sirope de Agave y 2 c de agua, introduce el pestiño por ambos lados y reserva.
    12. Una vez que tengas ya todos listos, viene la mejor parte… ¡degustarlos! ÑAM!

Te aconsejamos que para que se mantengan más frescos los guardéis en un recipiente hermético, no puedo decir cuánto duran de tiempo en la alacena, porque no duran más de 4 días. Nosotros además hacemos siempre una cantidad grande para poder repartir entre amigos y conocidos.

Esperamos que os haya gustado y que nos dejéis vuestros comentarios cuando probéis la receta, recordad que podéis siempre cambiar o añadir ingredientes, ¡que no falte nunca la imaginación en la cocina!

Y bien, ¿Cuál es vuestra forma preferida de consumir los pestiños? Os leemos en comentarios.

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Cómo hacer un acondicionador capilar casero

Que levante la mano quién no ha tenido una tarde aburrida y ha buscado en google: mascarilla capilar casera 🙋

Yo por supuesto que sí, además muchas, pero que muchas veces. Y pocas veces he encontrado ingredientes caseros fuera de los típicos: aguacate, miel, huevo..
Y qué deciros que siendo vegana los ingredientes como la miel o el huevo no son una opción 🍯 ❌.

Gracias a la curiosidad y muchas ganas de aprender, desde hace más de 20 años empecé a hacer mis propios jabones, y poco a poco he ido sumando toda la cosmética que hacemos en casa. En base a esto, creo que el compartir es generar riqueza, y por ello os doy varias opciones de hacer un acondicionador natural, libre de los tediosos sulfatos, parabenos, (etc etc) y vegano hecho en casa, con el que tendrás un cabello suave y desenredado.

Antes de empezar, quiero dejar muy claro, que cada cabello es un mundo, y que quizás por tus necesidades capilares necesiten un chute extra de hidratación, proteínas o otra mezcla de aceites. Déjanos tus dudas en los comentarios e intentaremos ayudarte 🙂

Acondicionador cabellos secos

💧 Hidrata en profundidad

💪 Nutre de raíz a puntas

✨ Aporta un brillo natural

Ingredientes

200 ml (aprox)

FASE OLEOSA
40 grs de aceites, nosotros usamos:
20 gr Aceite de coco

10 gr Aceite de nuez de macadamia
10 gr Aceite de argán 

10 gr BTMS 
5 gr XYLIANCE nº2 (se puede omitir, añadiendo estos 5 grs a BTMS, pero nos gusta usarla porque es un derivado de la proteína de trigo)


FASE ACUOSA
180 gr de agua destilada o hidrolato de hamammelis
10 gr de glicerina vegetal

OTROS
5 gr Pantenol PROVITAMINA B5
6 gr opcional – 🌾 proteínas de trigo o arroz 
2 gr Leucidal o otro conservante natural
0,5 gr Vitamina E
5 gotas Ácido láctico para regular el pH en 5-5,4 (sólo si es necesario al final de la mezcla)
5 a 10 gotas del aceite esencial que quieras (en esta receta hemos usado aceite esencial de Ylang ylang

UTENSILIOS:
2 botes medianos de cristal 
1 olla
1 batidor (nosotras usamos este espumador de café)
1 bote para introducir el acondicionador (puedes reutilizar un bote que ya tengas, límpialo bien antes de usarlo)

(NOTA: últimamente hay escasez de Xyliance, puedes encontrarlo también en estas páginas: aquí o aquí)

¿Cómo prepararlo?

Antes de empezar, es muy importante tener un espacio limpio y desinfectado, para evitar la proliferación de microorganismos y bacterias durante el proceso (recuerda, esta receta es para uso personal y no comercial).
Desinfecta con alcohol también los envases y todos los utensilios que vayas a utilizar.

En un bote de cristal sin tapa, pon los ingredientes de la fase oleosa, y en otro bote los de la fase acuosa. Ponlos en una olla a hervir al baño maría hasta que estén completamente líquidos (aproximadamente entre 70-75º).

Saca de la olla y añade el agua poco a poco a la fase oleosa, como si estuvieses haciendo una mayonesa. Es importante no añadir mucho aire a la mezcla mientras la estamos elaborando, por eso recomendamos hacerlo a velocidad baja y sin sacar el cabezal del batidor de la mezcla.

–> Dependiendo del momento del año y la temperatura ambiente tardará más o menos en obtenerse la textura, si os cuesta mucho, podéis tener un bol con agua fría dónde introduciréis el bote mientras batís para que os sea más sencillo de alcanzar esta consistencia.

–> Si ves que se separa la mezcla como cuando cuaja la leche, es probable que el agua o el aceite estén demasiado fríos. Normalmente se puede remediar fácilmente la situación calentando la mezcla al baño maría de nuevo, batiéndola sin parar hasta que ligue bien la crema. Retira la mezcla del fuego de nuevo.

Cuando comience a tener la textura de una mayonesa ligera es el momento de añadir los «otros» ingredientes, y volver a batir hasta obtener una consistencia de una mayonesa densa.

Comprobar el PH de la solución con las tiras medidoras de PH y si es necesario añadir un par de gotas de ácido láctico para conseguir el PH del cabello recomendamos entre 5 y 5,4 (al realizar esta receta, no ha sido necesario, pero siempre es recomendable comprobarlo).

¡Ya solo te queda envasar!
Embotella el acondicionador de cabello casero. No le pongas la tapa hasta que alcance la temperatura ambiente para evitar que el agua se condense en la parte superior del acondicionador. Úsalo en un plazo de 3 meses.

¿Por qué hemos usado estos ingredientes?

Nuestra principal estrella 🥥: El 50% del aceite de coco es ácido láurico, que además de ser un potente antibiótico, tiene un peso molecular muy bajo, lo que hace muy afín a la proteína del cabello y que penetre muy fácilmente. Penetra en profundidad en la fibra capilar, regenerándola y creando una barrera natural que mantiene la hidratación y previene el daño causado por agresiones externas. También previene la pérdida progresiva de proteína capilar por envejecimiento.

El aceite de nuez de macadamia hidrata y fortalece el cabello áspero, seco, encrespado o lacio, es decir, cabellos con frizz. Es de muy rápida absorción y, cuando penetra en la hebra, sus componentes se unen al sebo capilar aumentando la resistencia de la fibra desde la raíz.

El aceite de argán tiene vitaminas, minerales y ácidos grasos altamente beneficiosos para la piel y el pelo. Previenen el envejecimiento prematuro y reparan el daño del pelo en pocas aplicaciones.

El agua de Hamamelis es un gran enemigo de la caspa, siendo capaz de atacarla eliminando cualquier tipo de grasa y de irritación del cuero cabelludo. Y como complemento de belleza es muy usado para potencial el volumen de nuestro pelo de forma natural.

La glicerina vegetal es un humectante para nuestro cabello, ya que sin ella, no absorberíamos y retendríamos esa humedad necesaria para nuestro cabello. En primer lugar, nos ayuda a conseguir mantenerlo y a resistir el paso del tiempo. Logra mejorar su aspecto y brillo. Pero, además, usar glicerina vegetal para el cabello ayudará a regenerarlo. En el caso en que el pelo se encuentre deteriorado o muy seco, la glicerina se encargará de fortalecerlo.

La provitamina B5 y proteína de trigo o arroz, nos ayudarán a aportar un extra de proteína para ayudarnos a regenerar nuestro cabello y nuestra estructura capilar.

El pantenol o provitamina B5 es un humectante de larga duración que protege, fortalece y añade brillo natural.
La proteína de trigo en productos de cuidado capilar se aprecia por su efecto reparador, mejora de peinabilidad y protección del pelo ante el impacto del secador, del agua salada y de la radiación ultravioleta. Penetra en las capas superiores del pelo y sustituye a la queratina animal. La proteína de arroz es rica en peptidos y aminoácidos que ralentiza la degradación del cabello y ayuda a mejorar su resistencia y manejabilidad.

¿Cómo usarlo?

En cuanto al modo de empleo, este acondicionador se debe usar sobre el pelo lavado y mojado, dejándolo actuar unos dos minutos y, después, aclarando bien.

Si tienes el pelo muy seco o necesitas un «chute» para ayudar a las puntas estropeadas, puedes usarlo como leave in en las puntas, siempre usando una pequeña cantidad para que no quede el pelo «graso».

También puedes usarlo como mascarilla si no tienes a mano, recomendamos usarla prechampú con el cabello seco o ligeramente húmedo, dejar actuar más de 30 minutos y aplicar calor (un gorro nos valdría). Lavar con nuestro champú habitual y podemos potenciarlo usando una pequeña dosis de acondicionador para finalizar.

 

Sabemos que si no tienes estos ingredientes puede parecer un poco costoso, pero puedes sustituir algunos ingredientes por otros que tengas en casa, además todos los ingredientes que hemos puesto con enlaces para que podáis comprarlos están pensados en la mejor calidad, cantidad y precio.

Para finalizar también queremos daros un tip si tenéis un acondicionador sólido, que ahora están muy de moda, pero no siempre nos acostumbramos a usarlos. Podéis calentarlos en un bote de cristal esterilizado, y calentar agua destilada en otro bote, e incorporar el agua poco a poco al acondicionador y batir como en la receta anterior. Así conseguiréis una mezcla similar a la que os hemos explicado, reutilizando un producto que ya teníamos en casa.

¿Qué opináis? ¿Conocíais ya esta forma de reutilizar un acondicionador sólido?

↓↓Nos encantaría que nos dejaseis en comentarios si os animáis a probar esta receta o cualquier duda que tengáis. ↓↓